Nuestro físico y el sistema nervioso
Nuestro físico y el sistema nervioso están íntimamente relacionados.
Hoy toca un post de viernes, de esos con los que busco abrir mentes y remover conciencias.
De los que te bajan a reconectar con la toma a tierra.
Solo las mentes más abiertas y sinceras consigo mismas, entenderán mis palabras.
Estos días en redes sociales, hablamos sobre los TCA (Trastornos de la Conducta Alimentaria) y de cómo obsesionarse con un estado físico inalcanzable suele ser el reflejo de problemas de autoestima o de una deficiente gestión emocional de base.
¿Alguna vez habéis notado que vuestra piel, cabello, uñas… hablan por sí solas?
¿Que tras un periodo de colapso mental, de estrés, de sobreesfuerzo mental, de exigirse demasiado o de tener el ánimo por los suelos… tu piel está apagada, triste, axfisiada y que pide una puesta a punto a gritos?
Es normal. Nuestro sistema nervioso y nuestra piel están íntimamente conectados, al igual que nuestro estado emocional.
¿QUÉ ESTÁ PASANDO EN MI SISTEMA NERVIOSO?
Si notas que tú piel «ha dado un bajón», es tan importante poner especial cuidado y foco en los cuidados de rutina cosmética como en observar y manejar correctamente nuestras emociones, nuestras autoexigencias, nuestros hábitos… y darnos una «pausa mental».
¿CÓMO TRABAJAMOS NOSOTRAS EN BASE A ESTO?
En nuestros tratamientos de cabina, siempre trabajamos la belleza a todos los niveles, en cuerpo, mente y alma, en cada tratamiento.
Si crees que necesitas «un kit kat» o reconectar… Consúltanos.
Tenemos muchas opciones diferentes que te pueden ayudar.
Un REIKI o un ritual RECONECTA son, sin duda, opciones ideales por las que comenzar a sentirte mejor contigo.
Recuerda que como estamos por dentro, se refleja por fuera.
Permítete amarte, permítete estar bien contigo, permítete disfrutar de las pequeñas cosas que te apetecen. Permítete ser feliz.
Reconecta contigo.
Vuelve a encontrarte, buscate dentro.
Disfruta de tu compañía en soledad.
Date amor, mímate, descansa.
En ocasiones, puede parecerte complicado, pero es «simple» si sabes parar y escucharte.
Recuerda que si no trabajas tú mente con cariño, da igual lo que trabajes tu físico… Nunca alcanzarás esa versión perfecta que tanto buscas. Si tu mente está bien, tu mejor versión física llega sola.
¿Sigues sin saber cómo conectar nuestro físico y el sistema nervioso?
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Namasté.